Comprender las diferencias esenciales entre los tipos de magnesio es clave para obtener los resultados que buscamos
Nos gustaría iniciar este post mencionando que en ocasiones nos han llegado a preguntar por "magnesio puro". Y si ya tienes algo de idea sobre el tema, podrías pensar: qué rayos significa eso? Pues resulta que es una creencia bastante común pensar que existen variantes de magnesio “modificadas” o que algunas no son "la original", como si estuvieran diluidas o fueran menos efectivas. Pero aquí va una verdad importante: el magnesio no viene en su “forma pura” listo para usar como si fuera polvo mágico directo de la naturaleza. Si lo piensas bien, el magnesio como mineral, tal cual como aparece en la tabla periódica, es un metal (sí, un metal). Te imaginas tomarte una cucharada de magnesio metálico? Spoiler: no sería nada agradable. Aquí es donde entra el verdadero trabajo detrás de los suplementos: "enlazar" el magnesio (y otros minerales como el zinc o el selenio) con moléculas específicas que nuestro cuerpo pueda procesar y aprovechar eficazmente. Es ahí donde surgen esas palabritas científicas como “citrato” o “glicinato” que quizás ya has escuchado, pero que rara vez entendemos completamente.
Nos gustaría iniciar este post mencionando que en ocasiones nos han llegado a preguntar por "magnesio puro". Y si ya tienes algo de idea sobre el tema, podrías pensar: qué rayos significa eso? Pues resulta que es una creencia bastante común pensar que existen variantes de magnesio “modificadas” o que algunas no son "la original", como si estuvieran diluidas o fueran menos efectivas. Pero aquí va una verdad importante: el magnesio no viene en su “forma pura” listo para usar como si fuera polvo mágico directo de la naturaleza. Si lo piensas bien, el magnesio como mineral, tal cual como aparece en la tabla periódica, es un metal (sí, un metal). Te imaginas tomarte una cucharada de magnesio metálico? Spoiler: no sería nada agradable. Aquí es donde entra el verdadero trabajo detrás de los suplementos: "enlazar" el magnesio (y otros minerales como el zinc o el selenio) con moléculas específicas que nuestro cuerpo pueda procesar y aprovechar eficazmente. Es ahí donde surgen esas palabritas científicas como “citrato” o “glicinato” que quizás ya has escuchado, pero que rara vez entendemos completamente.

Los aminoácidos son usados frecuentemente para crear formas de magnesio biodisponibles a través de un proceso conocido como quelación.
Qué son el citrato y el glicinato de magnesio?
El citrato, por ejemplo, significa que el magnesio está combinado con ácido cítrico. Y qué hace esta combinación? Básicamente, mejora la absorción en tu sistema digestivo y, además, tiene un efecto suave y laxante. Esto lo convierte en una opción ideal si estás buscando aliviar el estreñimiento o mejorar tu digestión, todo mientras obtienes los beneficios del magnesio.
Por otro lado, el glicinato (o bisglicinato, porque sí, son lo mismo) se forma cuando el magnesio se enlaza con el aminoácido glicina. Y para qué sirve esta combinación? Bueno, la glicina tiene propiedades calmantes y relajantes, lo que hace que esta forma de magnesio sea perfecta si necesitas reducir el estrés, dormir mejor o relajar tus músculos después de un día pesado. En pocas palabras, es tu aliado perfecto si la rutina diaria te tiene mentalmente fatigado o te sientes estresado por las miles de cosas que tienes que hacer.
Los aminoácidos son usados frecuentemente para crear formas de magnesio biodisponibles a través de un proceso conocido como quelación.
Qué son el citrato y el glicinato de magnesio?
El citrato, por ejemplo, significa que el magnesio está combinado con ácido cítrico. Y qué hace esta combinación? Básicamente, mejora la absorción en tu sistema digestivo y, además, tiene un efecto suave y laxante. Esto lo convierte en una opción ideal si estás buscando aliviar el estreñimiento o mejorar tu digestión, todo mientras obtienes los beneficios del magnesio.
Por otro lado, el glicinato (o bisglicinato, porque sí, son lo mismo) se forma cuando el magnesio se enlaza con el aminoácido glicina. Y para qué sirve esta combinación? Bueno, la glicina tiene propiedades calmantes y relajantes, lo que hace que esta forma de magnesio sea perfecta si necesitas reducir el estrés, dormir mejor o relajar tus músculos después de un día pesado. En pocas palabras, es tu aliado perfecto si la rutina diaria te tiene mentalmente fatigado o te sientes estresado por las miles de cosas que tienes que hacer.

Cada forma de magnesio tiene características únicas que pueden enfocarse en diferentes necesidades, como la digestión o el sueño.
Cada forma de magnesio tiene características únicas que pueden enfocarse en diferentes necesidades, como la digestión o el sueño.
Cuál es la mejor opción para mí?
Hasta ahora hemos hablado de las diferencias entre el citrato y el glicinato, pero no podemos cerrar sin aclarar algo muy importante: el magnesio, en cualquiera de sus formas, siempre va a cumplir sus funciones principales en el cuerpo. Qué significa esto? Que independientemente de la forma que elijas, este mineral se encargará de regular cientos de procesos vitales, desde mantener tus huesos fuertes, hasta equilibrar tu sistema nervioso y apoyar la salud cardiovascular. Sin embargo, a nivel de experiencia visible, el impacto puede variar dependiendo de cómo tu cuerpo lo asimile.
Por ejemplo, en teoría, la mayoría de las personas deberían notar más rápidamente los beneficios del glicinato, porque este tiene una mayor afinidad por los sistemas nervioso y muscular, ayudando a relajarnos, dormir mejor y hasta sentirnos con más ánimo. Pero, curiosamente, hay quienes responden mejor al citrato, quizás porque su sistema digestivo lo absorbe más eficientemente, logrando cubrir las necesidades del cuerpo de manera más efectiva. El resultado? Mejor digestión, más energía y una sensación general de bienestar.
Ahora bien, esto nos lleva a reflexionar sobre algo muy humano: solemos medir la efectividad de un suplemento por lo que podemos notar rápidamente. Si un suplemento nos hace sentir con más energía, dormir mejor o concentrarnos más, asumimos que “funciona”. Y aunque esto no está mal, hay que recordar que los efectos más profundos y duraderos del magnesio pueden ser menos evidentes a simple vista. Por ejemplo, cómo notamos que mejora la densidad ósea o la salud dental si no nos hacemos estudios específicos? O que ayuda a reducir el cortisol, aunque eso no signifique que dejemos de estresarnos, sino que manejemos mejor nuestras respuestas al estrés.
Por supuesto, si tienes una necesidad específica, como aliviar molestias musculares o articulares, formas como el malato de magnesio podrían ser más útiles debido a su unión con el ácido málico, que ayuda a combatir la fatiga. Así, un beneficio específico puede ser más evidente con una forma de magnesio también específica. Pero ya lo sabes: eso no significa que mientras sientes alivio muscular tu corazón, cerebro y otros sistemas no estén recibiendo también su dosis de apoyo. Simplemente, lo más notorio para ti será lo que más necesites en ese momento.
Cuál es la mejor opción para mí?
Hasta ahora hemos hablado de las diferencias entre el citrato y el glicinato, pero no podemos cerrar sin aclarar algo muy importante: el magnesio, en cualquiera de sus formas, siempre va a cumplir sus funciones principales en el cuerpo. Qué significa esto? Que independientemente de la forma que elijas, este mineral se encargará de regular cientos de procesos vitales, desde mantener tus huesos fuertes, hasta equilibrar tu sistema nervioso y apoyar la salud cardiovascular. Sin embargo, a nivel de experiencia visible, el impacto puede variar dependiendo de cómo tu cuerpo lo asimile.
Por ejemplo, en teoría, la mayoría de las personas deberían notar más rápidamente los beneficios del glicinato, porque este tiene una mayor afinidad por los sistemas nervioso y muscular, ayudando a relajarnos, dormir mejor y hasta sentirnos con más ánimo. Pero, curiosamente, hay quienes responden mejor al citrato, quizás porque su sistema digestivo lo absorbe más eficientemente, logrando cubrir las necesidades del cuerpo de manera más efectiva. El resultado? Mejor digestión, más energía y una sensación general de bienestar.
Ahora bien, esto nos lleva a reflexionar sobre algo muy humano: solemos medir la efectividad de un suplemento por lo que podemos notar rápidamente. Si un suplemento nos hace sentir con más energía, dormir mejor o concentrarnos más, asumimos que “funciona”. Y aunque esto no está mal, hay que recordar que los efectos más profundos y duraderos del magnesio pueden ser menos evidentes a simple vista. Por ejemplo, cómo notamos que mejora la densidad ósea o la salud dental si no nos hacemos estudios específicos? O que ayuda a reducir el cortisol, aunque eso no signifique que dejemos de estresarnos, sino que manejemos mejor nuestras respuestas al estrés.
Por supuesto, si tienes una necesidad específica, como aliviar molestias musculares o articulares, formas como el malato de magnesio podrían ser más útiles debido a su unión con el ácido málico, que ayuda a combatir la fatiga. Así, un beneficio específico puede ser más evidente con una forma de magnesio también específica. Pero ya lo sabes: eso no significa que mientras sientes alivio muscular tu corazón, cerebro y otros sistemas no estén recibiendo también su dosis de apoyo. Simplemente, lo más notorio para ti será lo que más necesites en ese momento.
El malato de magnesio es una forma específica que puede ayudarte a combatir la fatiga y las molestias musculares.
Esperamos que este post te haya aclarado las diferencias básicas entre las formas de magnesio y cómo elegir la mejor según lo que buscas. Más adelante, profundizaremos en otras variantes de este mineral y cómo pueden ayudarte a sentirte mejor. ¡Nos vemos en el próximo post!

El malato de magnesio es una forma específica que puede ayudarte a combatir la fatiga y las molestias musculares.
Esperamos que este post te haya aclarado las diferencias básicas entre las formas de magnesio y cómo elegir la mejor según lo que buscas. Más adelante, profundizaremos en otras variantes de este mineral y cómo pueden ayudarte a sentirte mejor. ¡Nos vemos en el próximo post!